Escenarios
*El dueño de la procuraduría
*Un jefe grosero y déspota
por:Luis Velázquez
03 de diciembre de 2012
I
Eduardo Aubry de Castro Palomino es el procurador de Protección al Medio Ambiente de Veracruz.
Y las malas entrañas cuentan lo siguiente:
1.- Se habría asignado un sueldo de casi 250 mil pesos mensuales, más, mucho más, que JD y cualquier secretario del gabinete.
2.- Vive en un departamento ubicado frente a Coralinos, sobre el bulevard Ávila Camacho, y paga una renta de 37 mil pesos mensuales.
3.- Viste ropa de marca. Le obsesiona andar a la moda y hacer nota que su ropa es marca Gucci y Cartier. Incluso, cuentan que la ropa la compra en el extranjero, pues en México le resulta difícil, imposible, encontrar a su gusto.
4.- Sus guardaespaldas tienen los apodos de “Camarillo”, “Mosco” y “Tritón”, pues les obsesiona la seguridad y que lo vean protegido.
Otras versiones indican que suele humillar a sus escoltas para demostrar su poderío.
5.- Casado con la hija del exrector de la universidad pública y exgobernador de Colima, Fernando Moreno Peña, delegado especial del CEN del PRI en Veracruz en el año 2010, se siente protegido por los dioses.
Es más, sus biógrafos aseguran que al casarse se fue veinte días de luna de miel y dejó la dependencia al garete.
II
Antes de ser procurador del Medio Ambiente, fue líder estatal del Partido Verde, como se sabe, un partido satélite del PRI, con el objetivo de amarrar la sobrevivencia como instituto político, y al mismo tiempo, hacer negocitos.
En aquel entonces, se afirma que Eduardo Aubry recibió casi 13 millones de pesos para la operación política en la campaña electoral de gobernador y sabrá Dios si se tradujeron en las urnas.
Los malquerientes, no obstante, aseguran que hubo malos resultados y hasta se llenan la boca de vituperios diciendo que se habrían extraviado más de diez millones de pesos.
Incluso, hay la versión que por eso mismo el partido Verde, con “El niño verde” al frente, tan ambicioso como es, retiró la presidencia en Veracruz.
Y desde entonces, el PVE carece de un presidente en la tierra jarocha; sólo hay secretaria.
Todavía peor. Varios comités municipales desaparecieron desde la fecha, digamos, por inanición.
III
Por alguna razón inexplicable, el procurador del Medio Ambiente ha despedido de la dependencia a los siguientes trabajadores:
Adalberto Benito Díaz Rodríguez, subdirector jurídico.
Saúl Solís González, director de Promoción.
El fotógrafo Aarón Gaona Gracia.
La asistencia de Comunicación Social, Elvira Aranda.
El director de Atención Ciudadana, José Luis Patiño.
La jefa de Comunicación Social, Ingrid Ruiz Rivera.
Su asistente, Sofía Villegas.
Se habla, incluso, que el exdirector de Sistemas, Alejandro Guiot, necesitó renunciar por motivos de salud, incapaz de soportar el estrés, pues resulta difícil trabajar con un jefe grosero, déspota y humillante.
Y, bueno, eso habla que está ejerciendo el poder con sentido unipersonal, autoritario, arbitrario y excluyente.
IV
Las versiones indican que en la procuraduría existe un automóvil Tsuru para uso laboral, pero Aubry ha ordenado que nadie lo toque, pues es para sus mandados y urgencias.
V
Los biógrafos del procurador narran que alguna vez en el ejercicio del poder quiso aplicar una multita al constructor Luis Barquín, uno de los favoritos del sexenio próspero desde la campaña electoral cuando facilitara sus aviones, y ni hablar, Aubry debió dar marcha atrás con un simple telefonema.
Sin embargo, si se trata de multas, se afirma que presiona a los funcionarios de la procuraduría para imponerla desde cien mil a medio millón de pesos, sin rendir, además, cuentas a nadie, ni tampoco conocerse el destino.
La Procuraduría Estatal de Protección al Medio Ambiente pareciera una isla aislada del gobierno estatal, donde el titular impone su ley.
POSDATA: Más información en el blog.expediente.mx
Expediente 2012
Priistas incómodos
Luis Velázquez
03 de diciembre de 2012
Hasta donde se sabe, en el sexenio anterior en Veracruz el secretario de Protección Civil, Ranulfo Márquez Hernández, el más fidelista de todos los fidelistas, habría aconsejado al góber fogoso jubilara de una vez por todas a los siguientes priistas:
I. Carlos Brito Gómez, con mil años en la política.
II. Gonzalo Morgado Huesca, con otros mil años en la política.
III. Guillermo Zúñiga Martínez, con otros mil años en la política.
IV. Enrique Jackson, con mil 200 años en la política.
V. José Murat Casab, con otros mil 200 años en la política.
Y sin embargo, nunca, jamás, hubo respuesta, mejor dicho, evasivas del góber fogoso a su amigo de la juventud, Ranulfo Márquez.
Pero los estragos ahí están.
Por ejemplo: Brito Gómez se desempeña como asesor del gobierno de Veracruz, con un sueldo mensual, se afirma, de medio millón de pesos.
Enrique Jackson es asesor del gobierno de Veracruz, con un sueldo mensual, se dice, de un millón de pesos.
José Murat, asesor del gobierno de Veracruz, con otro millón de pesos mensuales.
Zúñiga Martínez es el rector intergaláctico de la Universidad Intergaláctica Popular Autónoma de Veracruz.
Gonzalo Morgado actúa como Lutero en su iglesia como tesorero del CDE del PRI.
Y todos, sin duda, se han vuelto unos políticos priistas incómodos para JD, al que pueden manipular con su experiencia zorruna adquirida en el frente, en el centro y en la parte trasera de la política.
Lo peor del asunto es que tejiendo y destejiendo, ahora resulta tarea imposible deshacerse de ellos, y más en el caso de los siguientes: Zúñiga Martínez, porque desde el sexenio de Rafael Hernández Ochoa (1974-1980) ha sido un huésped cotidiano de la casa de José Yunes, en Perote, y por tanto, el senador José Yunes Zorrilla lo mira, digamos, hasta con afecto, como un tío.
Y en el caso de Brito Gómez, quien fuera poderoso subsecretario de Gobierno con Hernández Ochoa, también solía, desde entonces, frecuentar la casa de Perote y, bueno, se trata de herencias políticas.
VERACRUZ EN EL SÓTANO
Las malas entrañas han endilgado el apodo de “Los vi-vis” al quinteto de priistas, de cuyo trabajo político diario se ignora la manera en que han generado un beneficio social para los casi 8 millones de mexicanos.
Y más, por lo siguiente: Enrique Peña Nieto, por ejemplo, perdió la candidatura presidencial en Veracruz, considerada la entidad federativa tercer bastión electoral del país.
El nombre y el prestigio de Veracruz en la CONAGO, Conferencia Nacional de Gobernadores, ha merecido, apenas, la presidencia del comité de Protección Civil.
Bajo ningún concepto el liderazgo de Veracruz campea en el escenario nacional, a menos, claro, que signifique un orgullo ganado a plenitud el tercer lugar nacional en SIDA, el primer lugar nacional en cáncer de mama, el cuarto lugar nacional con niños obesos, el veinteavo lugar nacional en calidad educativa, etcétera.
Otros estados del país han rebasado a Veracruz tanto en la inversión privada nacional como internacional.
Ningún veracruzano ocupó, por ejemplo, una secretaría de Estado en el gabinete legal y mucho se duda merezca algún espacio en el gabinete ampliado.
Todavía peor. Habría de esperar el número de delegaciones federales otorgadas al sexenio próspero.
¿Cómo, entonces, de qué manera se traduce la asesoría que Carlos Brito, José Murad, Enrique Jackson, por ejemplo, otorgan al gobierno estatal?
Todavía peor. Todo indica que pronto, antes que el gallo cante tres veces, la UPAV significará un gigantesco talón de Aquiles para JD, pues ahí se han trepado en la cima del populismo.
RANULFO MÁRQUEZ TENÍA RAZÓN…
El escenario empeora por lo siguiente: José Murat ni Enrique Jackson, dos políticos formados en el altiplano, alcanzaron un espacio en el gabinete de Enrique Peña Nieto.
En cambio, algunos de sus contemporáneos fueron incluidos, como por ejemplo: Jesús Murillo Karam en la PGR, Emilio Chuarffet Chemor en la Secretaría de Educación, Pedro Joaquín Coldwell en la Secretaría de Energía y Francisco Rojas Gutiérrez en la Comisión Federal de Electricidad.
Ellos forman parte del México del siglo pasado, cuando Jackson y Murat también iniciaron.
Y, bueno, nada mejor como aprovechar la experiencia de los doctos, pero en el caso Veracruz, los resultados de sus asesorías están bajo sospecha. Ni siquiera, vaya, de cabilderos, gestores, diplomáticos han servido en los últimos dos años.
Ranulfo Márquez tenía razón: el góber fogoso debió haber jubilado a todos ellos.
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Barandal
*La jefa del priismo norteño
*Desplaza Zita a García Guzmán
*Busca imponer alcaldes…
Luis Velázquez
03 de diciembre de 2012
PASAMANO: el 24 de noviembre, 2012, el menú en la residencia en Xalapa de la diputada federal, Zita Pazzi Maza, fue el siguiente: frijoles charros, cortes americanos, picaditas y guacamole , cerveza y alcohol, todo aderezado con un grupo de huapangueros, al mejor estilo del Pánuco de Raúl Pazzi, un cuarteto musical y un mariachi… En la mesa, digamos, principal, uno de “los chamaco de la fidelidad” (como les llama Zita): Erick Lagos, la Barbie de la alcaldesa de Xalapa, Ericka Ayala, y el decano de la política norteña, Guillermo Díaz Gea… También la Barbie diputada, Anabel Ponce Calderón… El objetivo de la comelitona fue uno solo: en nombre de su poderío en el fidelato, Zita Pazzi mostró el puño al presidente del CDE del PRI para demostrar que ella, con Díaz Gea, son los gurúes de la política próspera en el norte de la entidad federativa, por donde han entrado los carteles y en donde han ocurrido el mayor número de asesinatos, secuestros y extorsiones, además, claro, de cientos, miles de familias desplazadas… Así, Zita y Díaz Gea pretendieron mostrar que han rebasado por completo el liderazgo del doctor Ricardo García Guzmán, exalcalde de Pánuco, exdiputado local y contralor en el sexenio alemanista… Pero además, Zita informó (ni siquiera, vaya, consultó) a Erick Lagos de la lista de sus candidatos a las once alcaldías del distrito y a la diputación local, que por ahora es uno solo: Salvador Mellado… Deseosa de ser reconocida como la jefa política de aquella región geográfica de la tierra jarocha, Zita Pazzi alardeó, incluso, que “los chamacos de la fidelidad” buscaron causar su derrota en las urnas como candidata a diputada federal, pero el tiro les salió por la culata, pues por encima de ellos están, ni hablar, el góber fogoso y su esposa…
BALAUSTRADAS: la comelitona inició a las dos de la tarde y terminó a las 4 de la mañana, aun cuando, claro, tanto Erick Lagos y Ericka Ayala ya habían agarrado camino por otros linderos y atajos… Sin embargo, las 14 horas de comida y libación permitieron que Zita hablara del poderoso grupo económico de Tampico que la respalda y quienes le han asegurado impulsar a un candidato como tesorero municipal de Pánuco, para así continuar como los dueños del erario público… Incluso, y de acuerdo con las versiones, llegó un momento en que tanto Pazzi como Díaz Gea se sintieron sueltos de la lengua y hablaron de que ambos están unidos por un rencor y odio creciente contra el gobernador jarocho… Es más, y según las versiones, Zita también juró ante los comensales que en caso de un veto a sus candidatos, ya sea por el presidente del CDE, por el secretario General de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón, y/o JD, levantaría el teléfono para hablar con el góber fogoso y/o su esposa, y de inmediato el bloqueo sería levantado… Y más, dijo, porque tanto Fidel Herrera como su mujer son los creadores políticos de Javier Duarte… En la locura, y considerando que el distrito está integrado por once municipios, la diputada federal habló de once candidatos a las alcaldías, más aparte el candidato a diputado local, más aparte la alcaldesa de Pánuco a quien, ofreció, amarraría con una diputación plurinominal al Congreso jarocho…
ESCALERAS: es más, cuando el presidente del CDE del PRI ya se había retirado, Zita Pazzi se dolió de que Erick Lagos nunca, jamás, la acompañó en su campaña electoral para la curul federal… Y de paso, arremetió contra su antecesor en la alcaldía, Ricardo García Guzmán, quien se ha sentido el jefe político del norte de Veracruz... Y más porque uno de sus hijos es diputado local, cercano a JD, y cuando él mismo dirige un instituto de capacitación pública, donde es tratado como secretario del gabinete… El caso es que los paisanos, en que también habría de incluir a la legisladora local, Anabel Ponce Calderón (anotada ya para la candidatura a la presidencia municipal) se disputan el cacicazgo político norteño y más ahora cuando nadie lo esperaba, Enrique Peña Nieto ganó en el distrito de Pánuco y de Tantoyuca, donde se daba como ganadora única a la panista Josefina Vázquez Mota, a partir del cacicazgo de Joaquín “El chapito” Guzmán, propietario absoluto de la región… En un momento de locura, quizá a la altura del recalentado, Zita Pazzi habló de sus alianzas con una parte del equipo peñista, basada en que “los chamacos de la fidelidad” habían jugado la candidatura presidencial con Felipe Calderón para favorecer en las urnas a Vázquez Mota, la candidata de Miguel Ángel Yunes Linares... Se ignora, pues, si hacia la medianoche, la una, dos, tres de la madrugada, el número de cascos amontonados en algún rincón habían alterado las neuronas de los comensales, pero para entonces, la diputada federal se expresaba con más libertad... “Aquí, la que mando, soy yo” escucharon algunos decirle, girando el dedo índice alrededor del mapa geográfico de Veracruz… Y es que, bueno, probado está que pocos, excepcionales, son los priistas que respetan al presidente del CDE del partido tricolor…
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Fidel Herrera, “pinche viejo cabrón”: Anilú Ingram
*Javier Duarte la promovió para una regiduría, pero Carolina Gudiño se opuso
*Fernando Gutiérrez Barrios, la figura que sustituyó al padre ausente
Luis Velázquez
03 de diciembre de 2012
La primera impresión que atrae en Anilú Ingram (32 años, soñando con una curul en el Congreso jarocho) es su figura delgada. Alta y espigada, como modelo y luego enseguida, que siempre mira de frente, sin parpadear, capaz de sostener un “serio”, quizá debido a que en el manual de Carreño leyó que solo los audaces miran cara a cara.
La segunda es que desde el primer saludo, aun cuando apenas se le esté conociendo, platica como una antigua conocida, quizá porque así lo aprendió en aquellos tiempos televisivos de “amigas y confidentes”.
La tercera impresión es que nunca elude un asunto por más espinoso que sea y desde el primer instante se confiesa porque habla, dice, “con el corazón, mostrándome como soy”.
Dice: “En la secundaria juraba que nunca sería ni conductora de radio ni política porque se trata de un oficio de mentirosos. Y aquí estoy pero si me dejan, advierte, hablaré como hoy: con la verdad por delante”.
Llega a la cita cinco minutos antes y asesta un jab. Entonces, platica y platica, haciendo sentir que nada es más importante en su vida más que hablar con el interlocutor. Incluso, por teléfono cancela dos reuniones posteriores y pide disculpas.
El desayuno inició a las 8:55 am y terminó casi al mediodía. Los cafés se quedaron a medias. El omelet, a medias. Los panes tostados, a medias, porque Anilú fue consumida por la urgencia de contar anécdotas, convocar recuerdos, cotejar el pasado con el presente. Explicarse. Mostrarse. “No es Barbie” dijo la coordinadora de la precampaña electoral, Erika Blanco.
Contó la reina del carnaval en el siglo pasado, cuando al conocer su voz media ronca y sensual y la facilidad de palabra de Telever la invitaron a un programa:
--Crecí sin mi padre, que se fue, y a quien mi madre enseñó a amar. Nunca tuve la presencia paterna. En el primer año de primaria, en el segundo, en el tercero, todos los niños mostraban la boleta de calificaciones a sus padres, yo sólo a mi madre, que era mi padre al mismo tiempo.
--Pero en el cuarto año fue diferente. Mi madre llegó con don Fernando Gutiérrez Barrios, con quien trabajaba y, desde entonces, él representó la figura paterna y en cada ciclo escolar, en la primaria y en la secundaria, le mostraba mi boleta. Los domingos nos reuníamos y me daba dos mil pesos de “domingo”.
¡Ah, se le dice!, entonces, es como la historia de Luis Donaldo Colosio, quien de niño saludó en Los Pinos al presidente Adolfo López Mateos, premiado con el viaje por sus altas calificaciones y como Bill Clinton, a quien sucedió lo mismo con John F. Kennedy, en la Casa Blanca.
Anilú sonríe en los labios delgados, delgadísimos, como también los tenía Gutiérrez Barrios, en un rostro afilado, finito, delicado, en cuyo lado derecho de la frente aparece un granito tipo acné juvenil, apenas oculto por una parte del cabello que lo disimula.
UNA FIDELÍNEA LA INDIGNÓ…
En la tele su perfil llama la atención. Pero en persona, seduce. Por una, entre otras razones, confianzuda, dice picardías. Quizá así habla en corto. Además, “es jarochona” dice Erika.
Por ejemplo, recuerda las primeras semanas del mes de diciembre del año 2010, unos días apenas cuando el góber fogoso, mejor conocido como Fidel Herrera, había tomado posesión.
Anilú anduvo en la campaña electoral del tío de Nopaltepec y cuando el TRIFE lo declaró gobernador electo, le tocó el turno que el sucesor de Miguel Alemán le preguntara el cargo que deseaba.
“Ninguno, Fidel. Mejor dicho, un favor: mi madre es madre soltera. Toda su vida se ha chingado trabajando. Sólo te pido una oportunidad laboral para ella. Ella trabajó con Alemán. Está en el museo como directora”.
El fogoso le contestó con una fidelínea: “Ahí seguirá. No te preocupes”.
Pero en la segunda, tercera quizá, semana de diciembre, días antes de la navidad, el empresario David Velasco Chedraui llegó al museo y dijo a la madre de Anilú que era el nuevo titular. Y Ana María Vallines habló de inmediato por teléfono a su hija, quien estaba en un recorrido con “El fogoso” en TV Más.
Así, encendida la pasión, el grito de la sangre, la angustia, Anilú se escuchó decir a sí misma ‘’pinche viejo cabrón’’ y enfrentó al jefe del Poder Ejecutivo Estatal.
En el recorrido por las instalaciones de TV Más, Anilú buscó a Fidel con la mirada y el góber la evitaba. Lo volvía a buscar y de nuevo la soslayaba.
Entonces, se apostó en la puerta de entrada del autobús donde se movía el góber y lo encaró:
--Fidel, te pedí una oportunidad para mi madre y ahorita llegó David Velasco al museo para tomar posesión. Me engañaste, Fidel, me engañaste.
La voz ronca de Anilú, más todavía la mirada, fueron como un rafagueo para el góber. Y más, cuando le siguió disparando palabras duras, la hija defendiendo a la madre, la ciudadana reprochando la mentira.
Fidel alcanzó con la mirada a Javier Duarte (JD), entonces subsecretario de Finanzas y Planeación, y ordenó:
--Duarte, a ver contrata en SEFIPLAN a la mamá de Anilú.
“El fogoso” se trepó al autobús y se fue. Anilú fue incapaz de contener la primera y la segunda lágrima y lloró en el pecho de Duarte, quien la abrazaba.
BLOQUEÓ CAROLINA GUDIÑO A JAVIER DUARTE
Y es que desde la campaña electoral del tío de Nopaltepec, Anilú y JD chambearon juntos. Se conocían bien. Se confiaban hechos y circunstancias. Soñaban juntos.
Incluso, cuando al final de la noche la agenda del día estaba consumada y el candidato a gobernador tenía, por ejemplo, cena privada, Anilú y JD solían darle duro y tupido a los “tacos parados”, los de cueritos los preferidos, con un refresco de cola para bajar el olor a cerdo.
En el puerto jarocho, por ejemplo, comían tacos en el mismo puesto callejero donde desde niña Anilú los devoraba con su madre, “Los tacos Tomás”, en la avenida Américas casi esquina España.
--¿Cuántos tacos se comía Javier?
--Muchos. Es un tragón, dice Anilú y sonríe, recordando acaso aquellos momentos taqueros, cuando eran más felices soñando con el Veracruz sexenal que habría de llegar.
Durante la secundaria y la preparatoria, Anilú compartió casi casi el mismo pupitre con Luz Carolina Gudiño Corro. Se sentaban una atrás de la otra. Sabrá Dios si una copiaba a la otra. Y/o las dos. Todavía más. En un ciclo escolar Gudiño era la presidenta y Anilú la vicepresidenta de la sociedad de alumnos. Y en el siguiente, intercambiaban el puesto.
Por eso, en el año 2010 Anilú soñó con la regiduría en la planilla de Gudiño y sentía que los vientos soplaban de su lado.
Y más, porque mientras el góber fogoso inclinó la balanza priista por la candidatura de Gudiño a la alcaldía, el candidato a gobernador, Javier Duarte, empujó el nombre de Anilú para un cargo edilicio.
Pero quizá porque Gudiño miraba en Anilú a una Barbie competitiva, acaso porque Gudiño evita la competencia como sucedió, por ejemplo, con Ana de la Reguera, el caso es que Anilú fue bloqueada con toda la fuerza fidelista de Gudiño. Y ni hablar, se quedó con la ilusión frustrada, lo que, bueno, resulta terrible, porque ningún ser humano puede andar por la vida sin una esperanza.
Y no obstante, Anilú ha seguido arando en el mar. Y sueña.
Sueña con la curul en la Legislatura jarocha. Sueña con los pobres, dice, de las colonias proletarias de Veracruz, a quienes llevaba despensas desde cuando fuera reina del carnaval. Sueña con ampliar el Seguro Popular para garantizar mejor servicio médico y medicinas. Sueña con el derecho a la salud para todos. Se mira, incluso, presidenta de la Comisión de Salud en el Congreso local.
Jefa de prensa de la Secretaría de Desarrollo Regional, en un edificio sin oficina, sin escritorio, sin teléfono, sin computadora, sin archivo. Coordinadora de radio de la campaña electoral de Javier Duarte para diputado federal y gobernador. Directora de Radio en la oficina de Comunicación Social del sexenio próspero, Anilú extiende por dieciseisava ocasión el dedo índice como lo mostraba Adolfo López Mateos en la campaña presidencial y dice: “Ha llegado el momento de probarme en las urnas. Si me dan la oportunidad y gano, yo, hija de una madre trabajadora, estaré del lado de los pobres”.
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