ARTICULISTA INVITADO
Los plazos siempre se cumplen y el de la alternancia presidencial en México no es la excepción. El sábado pasado tomó protesta el presidente elegido por la mayoría, 19 millones de mexicanos han depositado su confianza y esperanza en un hombre joven de resultados que proviene de un PRI dinámico y moderno, un hombre que representa la amalgama perfecta entre dos generaciones que pueden y deben coadyuvar a la grandeza de este país.
La protesta del nuevo presidente ha sido un ejemplo de civilidad de una población mexicana acorde a los tiempos de democracia ciudadana que se viven en el mundo y a la vez un ejemplo de disposición de las distintas fuerzas políticas a cooperar en la construcción de un modelo viable de desarrollo y crecimiento para nuestro país. En el PRI confiamos y estamos seguros que las demás fuerzas políticas representadas en el Congreso de la Unión estarán a la altura de las circunstancias que hoy México exige.
La perspectiva más clara en estos momentos del Gobierno Federal es la de cumplir a la gente, la de hacer sentir a todo mexicano que su voz es escuchada y considerada para las decisiones políticas. Los ciudadanos se han expresado con fuerza, quieren seguridad, ansían vivir tranquilos dentro y fuera de sus hogares, que el gobierno recupere los espacios públicos para nuestros hijos, tenemos las tasas de secuestros más altas del mundo con 204 secuestros por cada millón de habitantes.
Nuestra gente también demanda empleo: hay 2.5 millones de ciudadanos que no cuentan con una vía digna de adquirir el sustento que satisfaga sus necesidades de manera plena. Por eso tenemos un compromiso fuerte desde el Gobierno Federal para mantener la estabilidad económica, aunque sabemos que la estabilidad sola no basta; debemos crecer, tenemos que ser productores autosuficientes y exportadores de nuestros productos, hay que estimular la empresa familiar.
El Presidente tiene la convicción de cumplir las promesas que ha realizado y él es un hombre de palabra con actitud de servicio, lo ha demostrado con suficiencia durante su gestión como gobernador en el Estado de México al cumplir más de 600 acciones y obras a las que se había comprometido con los mexiquenses.
Uno de los principales compromisos del Presidente es el tema de la seguridad, y en esta preocupación mientras no exista una estrategia integral que abarque la conformación de una gendarmería nacional, de mejor instrumentos de inteligencia y capacitación de policías locales, seguirá apoyándose en las fuerzas armadas del país. El Estado de Veracruz es ejemplo de los resultados que han dado la Marina y el Ejército, ambos grupos arribaron a petición del gobernador Javier Duarte y hoy tenemos resultados muy diferentes.
La situación actual de la administración que recibe el primer mandatario, debe ser considerada en un escenario complejo. En gran medida el éxito de la gestión presidencial dependerá de factores como las capacidades de su gabinete, donde hay personalidades con un nivel de alto expertiz, de probada experiencia y con perfiles acordes a su encargo.
Otro factor de gran impacto en la estrategia general de gestión,es el relacionado con la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal. Al contemplarse la integración de las funciones de seguridad pública dentro de la Secretaría de Gobernación,ésta puede desarrollar estrategias integrales y mejor coordinadas. Basta recordar que en otros países la figura del Ministerio del Interior concentra los temas de seguridad y gobernabilidad. Es necesario unir la inteligencia, prevención y coordinación con los tres niveles de gobierno. El diseño de reestructurar la Secretaría de Gobernación favorece la eficiencia y la racionalidad en el uso de recursos públicos. Sin embargo, el bloque opositor en el Senado de la República ha decidido que esta reforma no debe realizarse.
Tenemos claro el rol del poder legislativo y que éstedebe llevar a cabo los cambios que requiere el país. Es necesario que el Presidente cuente con el apoyo de las distintas fuerzas políticas representadas en ambas cámaras para sacar adelante las reformas estructurales, la mejor prueba de ello han sido los acuerdos logrados desde septiembre pasado con la Ley de Contabilidad Gubernamental y la Reforma Laboral. Estamos en la víspera de un pacto político que de concretarse será de enormes beneficios para el país, confiamos en la disposición de todos por tener un México mejor.
Tenemos necesidades postergadas que son urgentes de resolver, como hacer crecer nuestra economía, sacar de la pobreza a 52 millones de mexicanos, combatir los monopolios, dar igualdad a las familias mexicanas universalizando los programas sociales como educación, pensiones y seguro de desempleo. Asimismo, rescatar el campo es fundamental para la autosuficiencia y seguridad alimentaria del país y para mejorar su posicionamiento en el concierto internacional.
Sin duda, tenemos problemas que no se pueden postergar más, pero también contamos con un Presidente de la República comprometido con los mexicanos, que sabe lo que es escuchar la voz de los ciudadanos para cumplir sus demandas; tenemos un Poder Legislativo que genera acuerdos y propuestas para dotar de las herramientas jurídicas necesarias para una excelente gestión y, un Poder Judicial comprometido con la justicia y correcta aplicación de todo el andamiaje jurídico que sustenta los esfuerzos conjuntos por tener un país más desarrollado, estable económicamente, en continuo crecimiento y con capacidad de liderar a Latinoamérica en el plano internacional.
tw: @HectorYunes
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