Don Zacarías: Después
de su muerte no había yo tenido la oportunidad de escribirle hasta hoy. Siempre
tuve de usted un grato recuerdo del hombre inteligente, travieso y divertido
que todas las mañanas jugaba taule con mi abuelo. Usted formó parte de mi
familia durante muchos años, pues mientras yo crecía, lo veía a usted más que a
muchos familiares cercanos.
Hoy le quiero comentar
algo sobre uno de sus nietos, hoy un hombre de 38 años, en la plenitud
intelectual, ya convertido en árbol que da frutos. Marco Antonio Aguilar Yúnez estudió derecho
en el ITAM en el D. F., y su maestría en ciencias penales en el Instituto
Nacional de Ciencias Penales y en la Villa Rica. De entrada eso ya sería para que usted
estuviera orgulloso de su nieto, pues es un hombre de bien. Sin embargo, hay más motivos de orgullo,
porque ha sido funcionario público y ha tenido una trayectoria que se debe
catalogar como brillante y exitosa, pues aunado a los diversos cursos especiales
que ha llevado, y además de haber sido catedrático en el Instituto de Medicina
Forense de la U.V. y en el Cristobal Colón, ha ocupado diversos puestos,
siempre aportando y mejorando la atención al público y eficiencia operativa.
Comenzó allá por 1996
como Asesor del Director General de ICAP-PGR,
luego fue asesor de la dirección de seguridad pública en Texcoco en el
97. De allí pasó a ser agente del MP como coordinador de AMPVO en Chiapas.
Allí mismo en el 98 lo ascienden a Ministerio Público adscrito a la
coordinación de fiscalías especiales.
Del 98 al 2001 se vino a Veracruz como agente del MP estatal en el
puerto de Veracruz, de dónde lo movieron a Boca del Río en el mismo puesto en
2001 y 2002. De allí pasó a la fiscalía
especializada en delitos cometidos por servidores públicos en Xalapa dónde
estuvo hasta buena parte de 2003, y de allí fue ascendido por méritos propios a
subprocurador de justicia en el Puerto, y estuvo hasta 2005 en Córdoba en el
mismo puesto, luego lo regresaron a Veracruz y luego a Xalapa. Y desde el principio del presente sexenio
ocupa el cargo de secretario del trabajo y previsión social.
Como verá Don Zacarías,
su nieto ha tenido una carrera ascendente y brillante. Lo digo por experiencia
propia, porque mientras yo desesperaba por lo malo que era el servicio en los
ministerios públicos, con máquinas de escribir antediluvianas y técnicas de
investigación de hace cuatro siglos, su nieto Marco Antonio tuvo la primera
agencia del Ministerio Público en el estado en dar servicio al público con
computadoras, y estando en el mismísimo puerto de Veracruz, fue la primera con
aire acondicionado, para que los ciudadanos estuvieran más cómodos.
Su paso por la
procuración de justicia, le permitió entender la mente criminal, pero al mismo
tiempo lo sensibilizó respecto a las causas y los orígenes de muchos delitos
menores, cuya causa es en principio la pobreza y falta de oportunidades.
En la secretaría del
trabajo de Veracruz inició una campaña de modernización para abatir el rezago
de miles de expedientes, atención pronta y expedita a trabajadores y patrones,
programas de cómputo específicos para la función de los funcionarios,
modernización y dignificación de oficinas, y sobre todo un combate frontal a la
corrupción, y al coyotaje. Hoy por hoy,
se sabe que en Veracruz hay menos de la mitad de los conflictos que llevaban a
huelga a las empresas y gracias a la intervención directa de su nieto, se han
logrado conciliar intereses de sindicatos y patrones, para traer nuevas
inversiones a Veracruz, evitar conflictos, incrementar salarios y promover la
creación de nuevos empleos, eliminando la imagen de un Veracruz lleno de
intereses sindicales y enemigo de la inversión y de los empresarios.
Un botón baste de
muestra. La mayor inversión en el estado, la hace una empresa brasileña de
petroquímicos. La zona donde se
construye requiere de la totalidad de la mano de obra de albañiles de la zona y
municipios aledaños. Su nieto ha participado activamente para evitar conflictos
entre las centrales sindicales que mueven tierra y materiales de construcción,
y entre las distintas centrales sindicales que representan a los albañiles de
la zona. Incluso se ha participado directamente en la capacitación y seguridad
en el trabajo, pues para obtener los créditos internacionales de millones de
dólares, la empresa requiere de CERO riesgos de trabajo, y de evaluación de
cada trabajador, para definir su nivel de capacidad técnica para ubicarlo en el
nivel y puesto adecuados. Allí no ha
habido un solo conflicto laboral, se trabaja en armonía y lo más importante, se
promueve el crecimiento de Veracruz. Algo
nunca visto en la secretaría del Trabajo del Estado.
Hoy por hoy le puedo
comentar que su nieto suena como uno de los más fuertes precandidatos a la
alcaldía de Córdoba, y es quien tiene las mejores características para ello,
pues su demostrada eficiencia haría que por fin en Córdoba se avance hacia un
desarrollo de ciudad dejando de ser pueblito. Sus relaciones tanto con
funcionarios del gobierno federal como del estatal son envidiables, y ningún
otro de los que suenan las tiene, y lo más importante: Córdoba tiene un grave
problema de criminalidad, por ello alguien con la experiencia –desde abajo- en
el combate al crimen, es la persona ideal en estos tiempos turbulentos, para
regir los destinos de la ciudad.
No sabemos que le
depare el destino a su nieto, pero seguramente será un camino de éxitos, pues
aunque con rostro adusto, apenas se le trata, se observa que derrocha simpatía
y de inmediato se siente uno en confianza con él, lo cual es un plus en un
mundo dónde los funcionarios son inasequibles y prepotentes.
Saludos a mi abuelo por
favor. Dígale que su nieto sigue luchando contra molinos de viento, defendiendo
la utopía, tal como él lo hizo en vida.
Un abrazo
No hay comentarios:
Publicar un comentario