ARTICULISTA INVITADO
México está por debajo del crecimiento económico que
se había previsto para el presente año. Las causas son diversas.
Existe un dicho que reza que lo que funciona hay que
mantenerlo y lo que no funciona debe cambiar, nuestro sistema hacendario no es
el más adecuado y no está funcionando correctamente, lo que es un claro
indicador para hacer los cambios
requeridos. En el tema energético sucede lo mismo, PEMEX y CFE, nuestras
empresas más importantes tienen serios problemas de sostenibilidad y hay que
resolverlos de inmediato por el bien de México.
La reforma educativa está concebida para cimentar la
generación de mayores y mejores oportunidades y acorde con nuestras necesidades
no resueltas, una educación de calidad y dirigida a la excelencia de maestros y
alumnos para lograr competitividad mundial, con más mexicanos preparados que
contribuyan con su conocimiento al desarrollo del país.
Coincido con los que consideran que la resistencia a
los cambios es buena cuando las cosas van bien y cuando los sistemas actuales
otorgan resultados positivos, pero en México en el tema hacendario, educativo y
energético no estamos bien, por lo cual es idóneo hacer cambios tendientes a
mejorar nuestra actual situación.
En México respetamos la libertad de expresión, sin
embargo, debemos entender que ésta no puede estar por encima de los derechos de
miles de mexicanos que se ven afectados por distorsiones escudadas en una libertad
de expresión mal entendida. De ahí la exigencia ciudadana que las
manifestaciones se den y deliberen en los canales adecuados sin afectar los
derechos de terceros.
La toma de carreteras, el secuestro de instalaciones
gubernamentales y las confrontaciones no resuelven las inconformidades, por el
contrario, tensa las relaciones entre los inconformes, la ciudadanía y el
gobierno, generando un descontento poblacional contra quienes los afectan con
estas acciones. Los mexicanos quieren y exigen tranquilidad en su vida
cotidiana, por eso el llamado respetuoso a no afectar los derechos de terceros.
Tengamos en cuenta que la violencia y los disturbios
llegan cuando la política se agota y, si la política se agota, la democracia
pierde su mejor herramienta para generar desarrollo social y económico, por que
los inversores no pueden ver con agrado ni confiar en un ambiente incierto para
sus capitales.
Hoy es tiempo de sumar esfuerzos y capacidades para
construir los nuevos escenarios que propicien el desarrollo social y económico
que nuestro País requiere, mostremos nuestras fortalezas y unamos esfuerzos
para mejorar la situación actual y generar un futuro próspero y adecuado a
nuestro potencial.
El compromiso de cada gobernante, de cada legislador
y de cada ciudadano debe ser el mismo: contribuir con sus capacidades y
esfuerzo al bienestar general, al desarrollo económico y social de
México.
www.facebook.com/HectorYunes
hector.yunes@senado.gob.mx
Tw: @HectorYunes
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