*A veces la clave está en darle tiempo al tiempo, él se encargará de poner todo en su lugar. Camelot.
LOS DIAS DE FURIA
Hay países que cuando les llega la mala racha, les llega. No los salva nada ni nadie. Bendita desgracia si viene sola, dice el viejo refrán. Cuando el Dios de la lluvia lloró sobre México, trajo inundaciones y dolor. Pero en las sequias nos trae muerte de ganado y muerte de cosechas. El gobierno tiene varios frentes abiertos. Los cañeros, que ahora les ha dado por tomar carreteras y bloquear casetas de paga para que el Supremo Gobierno federal les haga caso. Hay furia entre los ciudadanos cuando se topan con este quebranto. Ayer mismo, tomada la autopista y la carretera federal de Veracruz a Córdoba, un familiar me llamaba y me decía, en un tramo de Yanga donde estaban atorados hacia dos horas, que se estaban organizando varios conductores para ir y surtirse a estos bárbaros, que creen que la vida y el tiempo de uno les pertenece a ellos. Cuidado. El horno no está para bollos y los Días de Furia están llegando. Por ejemplo, con el asunto escolar aquí en la zona serrana varios padres han llegado y han abierto las escuelas con palos a la mano, porque sus hijos tienen que estudiar. Los dirigentes han perdido todo control. Es cierto que el gobernador Duarte hace lo imposible por sentarlos a la mesa de negociaciones, pero también es cierto que las pancartas que lucen los maestros del SNTE dictan que han desconocido a sus líderes. Y que yo sepa, ninguno de ellos ha llegado al sitio donde tienen las tomas de las escuelas, so pena de que se los surtan o salgan por piernas. Desconozco el asunto de la caña y la zafra de azúcar. El campo no es mi campo, al campo que medio le entiendo es al del Nou Camp y al Santiago Bernabéu, donde juegan Barcelona y Real Madrid, pero Ángel Gómez Tapia, que es presidente de la CNPR, ha asegurado que ya casi está resuelto el problema gracias a la intervención del senador Pepe Yunes Zorrilla, que preside la poderosa Comisión de Hacienda en el Senado y es cuate de Luis Videgaray Caso, el número dos en el organigrama del gobierno federal. Pepe Yunes dio los pormenores en senda entrevista con XEJF Radio Max, de Tierra Blanca. Lo recomendable es, si usted no tiene nada que hacer, no salir a las carreteras. Quien esto escribe se salvó antier al ir a Córdoba, y el dentista del pueblo, Alejandro del Bosque Márquez, cuenta que llegó a las 4 de la mañana a su casa después de soportar seis horas bloqueado. Gachos. Cuidado, cuando el Estado deja de ejercer su autoridad, la gente puede tomársela en sus propias manos. Fuenteovejuna, señor.
CASA HOGAR NIÑOS DESAMPARADOS
Alguna vez de hace años, cuando Dante Delgado Rannauro gobernaba el cuatrienio (1988-1992), este escribiente le dijo que Orizaba era una de las ciudades donde existían más Patronatos o Fundaciones de ayuda a los que menos tienen. Me vio con su mirada que apuñalaba, y me dijo que no era cierto. Jugamos una comida de apuesta. A poco tiempo regresó y me dio la razón, aunque no pagó la comida. Suelo ver el fútbol en un sitio frente al parque la Concordia, un café bar llamado ‘La Mina’. La otra noche desde allí vi a unos niños que se asomaban con su mirada al parque, uno de los muchos parques de esta Orizaba que es otra, desde que la gobiernan con honestidad. Con un amigo crucé la calle y me apersoné ante los niños. En una azotea veían la lluvia caer sobre el parque y me acordé de las ayudas a los que menos tienen. Toqué el timbre y me abrió Jesús Marcial Corona y su esposa, Rafaela González Sánchez, que están a cargo del cuidado de los niños. Conocí los datos. Llegaron todos los niños enseguida y como escena de película se alegraron con la llegada. Son 16 niños, todos ellos en los estudios. 10 de ellos en la primaria y 5 en la secundaria y otro en el aprendizaje de adultos. Pasé a saludarles y conocer dónde y cómo viven. Preside el Patronato Ana Elena Cubillas, allí donde Lala Alvarado y Loló Cubillas dejaron parte de su vida por el bienestar de los niños. Es una casa sencilla, un poco grande, a la entrada se apila la ropa que les obsequian. Todo falta. Nada sobra. Tienen su prado en la parte trasera donde echan cascarita de fútbol. Está limpio el sitio, ellos bien: humildes pero limpios, las literas, ordenadas; los baños, amplios y grandes. Son 16 niños que conviven a diario en el estudio y ver pasar los días en espera de que sean mejores veracruzanos. No todos son huérfanos, aunque algunos lo son. Sus edades fluctúan entre los 7 y los 17 años. Unos les han llegado de algunas instituciones, a otros las mismas madres los van a entregar porque no tienen manera de mantenerlos y darles estudio. Yo digo que toda esta gente que trabaja por el bien de ellos, ya se ha ganado el cielo. No tienen la mirada triste, y hay algunos relajientos. ¿Qué les falta?, les pregunté al llegar. Al unísono pidieron un tumbling brincador, o un brincolín y unos balones de fútbol, porque quizá allí entre las prácticas salga un Chicharito o un Messi, por qué no. Ya pardeando la tarde me despedí de ellos. Llamé a unos amigos y les pedí una cooperación para su brincador. Al otro día se los compré y llevé junto con los balones del Tigre Deportes. Todo nuevo. La solidaridad en pleno. Brincaban de alegría al saber de esos juguetes muy suyos. La lista se engrandeció, les faltan bicicletas y zapatos escolares, el encargado de cuidarlos me dijo que les faltan también uniformes de escuela, la mayoría van a la primaria Orizaba y, platicando un día después con la señora Ana Elena Cubillas, que lleva allí 19 años de su vida, y recordando a las fundadoras, Lala Alvarado y Loló Cubillas, que fundaron esta Casa hogar hace 42 años, un 15 de enero de 1971, me pidió que lo que más les ayudaría era una camioneta para poder transportar los niños a las escuelas y, para poder ir por el alimento diario. Me acordé de doña Karime Macías de Duarte, que brinda ayuda a los que menos tienen, y le dije a Ana Elena le enviara una carta-petición al DIF estatal, porque de seguro doña Karime les ayuda. Los niños a los 18 años deben irse a buscar nuevos horizontes. Aunque algunos se quedan al no tener adonde ir. Y una anécdota retrata el agradecimiento. Hay mucho egresado que se recibieron en Conalep, y tres ingenieros. Uno de ellos, José Martínez, ahora tiene su constructora propia en Puerto Vallarta y cada 24 de diciembre se viene a cenar con los niños, porque fue uno de ellos y es su casa, dice. Quienes lean esto y tengan la generosidad de ayudar, pueden hacerlo, la Casa Hogar tiene recibos deducibles. Tienen un fon: 72-43085. Llamen, no sean marros. Den lo que puedan.
Comentarios: haazgilberto@hotmail.com
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