Acertijos
*De JFK: “Si una sociedad libre no puede ayudar a sus muchos pobres, tampoco podrá salvar a sus pocos ricos”. Camelot.
ENCUENTROS PRESIDENCIALES
La relación entre el presidente Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto es de ‘maravaras’, diría un chaval en lenguaje callejero.
O de poca, como uno de la Huaca o de Tepito.
Peña va ahora a ver a los grandes europeos. A visitarles en sus palacios y en sus moradas. A los que mueven el mundo a un chasquido de sus dedos, y sus fortunas y sus democracias son de admirar. La alemana mamá Merkel, en la Cancillería, la famosa ‘Bundeskanzleramt’. Con el francés Hollande en Palacio del Elíseo, y a Rajoy de España, que llora que llora como la Zarzamora por los rincones (anda en crisis el güey), en La Moncloa. Pronto verá a papá Obama. Hay que ir a tocar esas puertas y comenzar a dejarse ver. Sentarse en La Casa Blanca es algo que ni la tarjeta Master Card puede comprar. A practicar un poco el inglés (¿Lo hablará?) para poder evadir a los intérpretes. Esta nueva camada de políticos debe hablar inglés.
Desde Miguel la Madrid para acá todos lo parlan.
Salinas, Zedillo, Fox, Calderón, esos cuatro lo hablan bien.
Tiempos aquellos del echeverrismo, cuando había que tener intérpretes para hablar con los presidentes americanos.
López Mateos lo utilizó con Kennedy.
Porfirio Díaz lo habrá hecho a señas con Taft.
A Victoriano Huerta nadie lo vino a ver. Era golpista, aunque ellos motivaran el golpe.
Ávila Camacho se vio con Franklin D. Roosevelt y Miguel Alemán Valdés con el tira bombas de Truman.
Ruiz Cortines con Eisenhower, que venía como campeón de la guerra. Y Díaz Ordaz con el texano Lyndon B. Jonhson. Díaz Ordaz era hueso duro de roer.
Echeverría con Nixon, a quien le preguntó cómo se espía, por aquello del Watergate. José López Portillo tuvo a tres: Gerald Ford, Jimmy Carter (a este cacahuatero lo regañó el presidente mexicano, y aquel aguantó vara) y Ronald Reagan.
Carlos Salinas de Gortari, como presidente electo, vio a papá Bush en el Centro Espacial Johnson. Luego se vieron unas diez veces. Era tanto la relación de melcocha y respeto de Bush con Salinas, que un día lo invitó, como presidentes ambos, al juego de beisbol de ligas mayores en el estadio Jack Murphy de San Diego.
Zedillo con Clinton, Fox con Bush hijo, es memorable aquella reunión en el rancho de Fox en San Francisco del Rincón, Guanajuato, cuando los dos vaqueros con botas le entraron a una taquiza. Allí el presidente americano les mostró a los hijos de Fox el avión Air Force One. Uno perrón. El único en el mundo en su tipo.
Calderón se encontró en el camino con el mismo Bush y ahora con Barack Obama. Y ahí terminó la historia.
TENER UN AMIGO ASI
Toqué el tema porque se supo que Calderón presidente prestará el avión presidencial a su relevo, Enrique Peña Nieto, nomás para que no llegue en un totolero como los que opera el Viva Aerobús. Con asientos mullidos y sucios. Que no te vean jodido. Que en temporadas de crisis hay que parecer pobres, pero México ahora goza de finanzas sanas y buenas. El avión Fuerza Aérea Mexicana tiene su historia. Peña va a estrenar uno nuevo pronto, y éste seguramente será vendido en una venta de garaje.
El TP 01 es llamado Presidente Juárez. Los nombres se acomodan de acuerdo a la ideología del pasajero número uno. En tiempos de Salinas le llamaban Emiliano Zapata.
Sucede que el avión 2, el otro de suplencia, lo tienen en mantenimiento y Peña va a llegar a Paris y a donde vaya en uno más o menos regular, porque tampoco crean que es cosa del otro mundo.
Ahora voy al Google a espiar cómo viajan los jefes de Estado.
La argentina Cristina Kirchner en un Boeing 757 conocido como ‘Tango Uno’.
Los de Brasil en un Airbus A319 modificado, designado por la Fuerza Aérea Brasileña como VC-1A y oficialmente bautizada como ‘Santos Dumont’, en honor al pionero de la aviación brasileña.
Tanto Fidel como Raúl Castro disponen de un Ilyushin 96 versión 300 (que apurado despega), con pintura Cubana de Aviación, pero modificados completamente a nivel de seguridad y confort.
El de España vuela en un Boeing de segunda mano. Ahora ni eso, porque andan en crisis y tienen que ahorrar gasolina.
El de Francia se trepa a un Airbus, pero hay ocasiones que se va por línea, compra su boleto y se va de viaje.
El más misionero de todos, Su Santidad el papa, cuando vuela en avión su código es Shepherd One (Pastor Uno). Generalmente el pontífice sale de Italia en un Jumbo fletado de Alitalia, aunque el papa sigue utilizando el mismo código cuando utiliza otros aviones más pequeños para aterrizar en pequeños aeropuertos. Para regresar a la Ciudad del Vaticano o ingresar a otros países (como sucedió con Juan Pablo II en sus giras de mayor duración) suele utilizar un aparato de la compañía bandera de la nación en cuestión, a este avión se le pinta el escudo papal de Su Santidad, el mismo aparato es también fletado por los periodistas que le acompañan, que en contra partida por el desembolso, pueden entrevistar al Santo Padre. En algunos casos, también puede utilizar con el mismo Código, aviones de otras aerolíneas, si su avión habitual, no se encuentra en el territorio donde se encuentra el Sumo Pontífice.
Así vuelan. Así volará Peña Nieto. Sentirá todo el poder desde el aire, porque volar, como el fumar, es un placer, genial, sensual. O como cantara Julio Iglesias: vuela amigo, vuela alto, no seas gaviota en el mar.
Comentarios: haazgilbrerto@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario