*Revive caso Ayotzinapa
*Aguirre, en la cuerda floja
Imprimir esta notaFebrero 28, 2012
Alberto López Rosas
Si Angel Heladio Aguirre, gobernador aliancista de Guerrero, de veras creyó que tras el asesinato de dos estudiantes que junto con otros centenares de compañeros bloqueaban la Autopista del Sol a la altura de Chilpancingo, el 12 de diciembre del año pasado, bastaría con la destitución de los titulares de las áreas de seguridad para salvar su responsabilidad, hoy debe darse cuenta de que no fue así y que él vuelve a estar en la cuerda floja.
Al día siguiente de esos hechos, cuando el entonces procurador de Justicia de esa entidad, Alberto López Rosas, culpaba a agentes de la Policía Federal de ser los responsables de haber disparado armas de alto poder contra los alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Gabriel Echeverría de Jesús y Erick Alexis Herrera Pino, y ordenaba cambiar la escena de lo sucedido, el mandatario guerrerense lo destituyó junto con el secretario y subsecretario de Seguridad Pública, Ramón Almoneda y Ramón Miguel Arreola Ibarría, respectivamente, así como al director de la Policía Investigadora Ministerial, Antonio Valenzuela Valdez y solicitó a la titular de la PGR, Marisela Morales, atraer el caso para investigar y deslindar responsabilidades.
Informado del bloqueo, el mismo Aguirre ordenó “limpiar la autopista”, lo que de inmediato fue cumplido por los agentes ministeriales que recibieron instrucciones de abrir fuego contra los normalistas para desalojar la transitada vía. En esa acción, como se comprobó con fotografías y videos difundidos la misma noche del lunes 12 de diciembre, aparecían varios policías guerrerenses vestidos de civil, disparando contra los estudiantes.
Sin embargo, López Rosas se apresuró a acusar a los agentes de la Policía Federal que habían llegado al lugar, de ser los responsables de los homicidios de Echeverría de Jesús y de Herrera Pino, lo que fue rechazado con la difusión de otro video en el que se apreciaba quiénes fueron los que disparaban.
A pesar de la fecha en que ocurrió esa brutal represión, que fue de hecho el inicio de las vacaciones decembrinas, centenares de estudiantes de Ayotzinapa realizaron varias marcha en Chilpancingo, a las que se sumaron normalistas de otras entidades, para exigir castigo a los responsables de lo sucedido y la salida del gobernador Aguirre, al que señalaron como el que ordenó el operativo policíaco.
En un intento de apaciguar las cosas, la Procuraduría de Justicia de Guerrero arraigó a algunos policías ministeriales del estado y la PGR, en base a las investigaciones iniciales, hizo lo propio con una decena de ellos.
Al día siguiente de esos hechos, cuando el entonces procurador de Justicia de esa entidad, Alberto López Rosas, culpaba a agentes de la Policía Federal de ser los responsables de haber disparado armas de alto poder contra los alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Gabriel Echeverría de Jesús y Erick Alexis Herrera Pino, y ordenaba cambiar la escena de lo sucedido, el mandatario guerrerense lo destituyó junto con el secretario y subsecretario de Seguridad Pública, Ramón Almoneda y Ramón Miguel Arreola Ibarría, respectivamente, así como al director de la Policía Investigadora Ministerial, Antonio Valenzuela Valdez y solicitó a la titular de la PGR, Marisela Morales, atraer el caso para investigar y deslindar responsabilidades.
Informado del bloqueo, el mismo Aguirre ordenó “limpiar la autopista”, lo que de inmediato fue cumplido por los agentes ministeriales que recibieron instrucciones de abrir fuego contra los normalistas para desalojar la transitada vía. En esa acción, como se comprobó con fotografías y videos difundidos la misma noche del lunes 12 de diciembre, aparecían varios policías guerrerenses vestidos de civil, disparando contra los estudiantes.
Sin embargo, López Rosas se apresuró a acusar a los agentes de la Policía Federal que habían llegado al lugar, de ser los responsables de los homicidios de Echeverría de Jesús y de Herrera Pino, lo que fue rechazado con la difusión de otro video en el que se apreciaba quiénes fueron los que disparaban.
A pesar de la fecha en que ocurrió esa brutal represión, que fue de hecho el inicio de las vacaciones decembrinas, centenares de estudiantes de Ayotzinapa realizaron varias marcha en Chilpancingo, a las que se sumaron normalistas de otras entidades, para exigir castigo a los responsables de lo sucedido y la salida del gobernador Aguirre, al que señalaron como el que ordenó el operativo policíaco.
En un intento de apaciguar las cosas, la Procuraduría de Justicia de Guerrero arraigó a algunos policías ministeriales del estado y la PGR, en base a las investigaciones iniciales, hizo lo propio con una decena de ellos.
Cuitláhuac Salinas
Las semanas transcurrieron y lejos de que el doble asesinato se olvidara, las investigaciones de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, a cargo de Cuitláhuac Salinas, continuaron y llegaron hasta el ex procurador López Rosas, contra quien un juez penal ordenó orden de aprehensión, lo que motivó que éste asegurara que de lo que se trata es de proteger a los agentes federales y que la acción en su contra es “otro vulgar michoacanazo” de la PGR.
Ante eso, el titular de la Siedo ofreció ayer una conferencia en la que ratificó que de acuerdo a las averiguaciones y pruebas que se han realizado y a declaraciones de testigos, fueron agentes ministeriales de Guerrero los que dieron muerte a los normalistas de Ayotzinapa –hubo una tercera víctima, Gonzalo Miguel Rivas, despachador de la gasolinera ubicada en la autopista, a la entrada de Chilpancingo, que sufrió graves quemaduras y después de permanecer varias semanas en el hospital del IMSS en Lomas Verdes, finalmente murió el 1 de enero pasado- y reveló que la escena de lo ocurrido fue cambiada y varias pruebas desaparecieron.
El domingo, un juez penal en Guerrero concedió 10 órdenes de aprehensión contra nueve ex funcionarios de la Procuraduría de Justicia de esa entidad, entre ellos el que fuera su titular, López Rosas, quien desde días antes, luego de recibir un citatorio de la PGR para declarar como “testigo”, se apresuró a solicitar un amparo para evitar ser detenido.
Hasta ahora, el gobernador Aguirre parecía estar, y sentirse, al margen de estos hechos, pero hoy vuelve a estar en una situación comprometedora porque, como lo acusan los normalistas, él fue el que ordenó desbloquear la Autopista del Sol que costó la vida a dos de ellos.
Ante eso, el titular de la Siedo ofreció ayer una conferencia en la que ratificó que de acuerdo a las averiguaciones y pruebas que se han realizado y a declaraciones de testigos, fueron agentes ministeriales de Guerrero los que dieron muerte a los normalistas de Ayotzinapa –hubo una tercera víctima, Gonzalo Miguel Rivas, despachador de la gasolinera ubicada en la autopista, a la entrada de Chilpancingo, que sufrió graves quemaduras y después de permanecer varias semanas en el hospital del IMSS en Lomas Verdes, finalmente murió el 1 de enero pasado- y reveló que la escena de lo ocurrido fue cambiada y varias pruebas desaparecieron.
El domingo, un juez penal en Guerrero concedió 10 órdenes de aprehensión contra nueve ex funcionarios de la Procuraduría de Justicia de esa entidad, entre ellos el que fuera su titular, López Rosas, quien desde días antes, luego de recibir un citatorio de la PGR para declarar como “testigo”, se apresuró a solicitar un amparo para evitar ser detenido.
Hasta ahora, el gobernador Aguirre parecía estar, y sentirse, al margen de estos hechos, pero hoy vuelve a estar en una situación comprometedora porque, como lo acusan los normalistas, él fue el que ordenó desbloquear la Autopista del Sol que costó la vida a dos de ellos.
De esto y de aquello…
Una mala traducción de la Secretaría de Gobernación a una declaración de Janet Napolitano, secretaria de Seguridad Interna de Estados Unidos, sobre Joaquín “El Chapo” Guzmán, ubicó a éste en un final de su vida igual al que tuvo Osama Bin Laden… Según la versión estenográfica de esa dependencia, la funcionaria estadounidense habría dicho, en respuesta a la pregunta de una reportera, que a su país le llevó 10 años encontrar al líder de Al Qaeda, pero lo lograron y que ella cree que “lo mismo le va a pasar a Guzmán”… Y agregó, de acuerdo a la traducción de Segob: “lo único que estoy sugiriendo es que somos persistentes cuando estamos cerca del mal y que daña a ambos países, al suyo y al nuestro”… Ante la supuesta amenaza de la señora Napolitano al líder del cártel de Sinaloa, el capo más buscado en el mundo, hubo una inmediata precisión sobre lo que ella declaró… Y fue esto: “Déjenme decir que tomó 10 años encontrar a Osama Bin Laden y ustedes saben lo que pasó. No estoy sugiriendo que lo mismo vaya a pasar con Guzmán; estoy sugiriendo que nosotros somos persistentes cuando se trata de personas que hacen el mal y que dañan a nuestros dos países. Entonces ese asunto continúa”… Seguramente que entre la deficiente traducción y lo que realmente declaró la señora Napolitano, por la mente de más de un funcionario mexicano del área de seguridad, debió imaginar lo que la versión inicial provocó al sinaloense y la reacción que éste pudo tener… La funcionaria estadounidense inició una visita al país para reunirse con integrantes del gabinete calderonista: estuvo con los secretarios de Hacienda y de Gobernación… Con el titular de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña, suscribió una Declaración de Principios que incluye un plan estratégico bilateral para fortalecer la cooperación aduanera… A través del intercambio de información entre el Servicio de Administración Tributaria, el SAT, con las autoridades de la Unión Americana se combatirá no sólo el contrabando, sino también el fraude comercial y el terrorismo…
Una mala traducción de la Secretaría de Gobernación a una declaración de Janet Napolitano, secretaria de Seguridad Interna de Estados Unidos, sobre Joaquín “El Chapo” Guzmán, ubicó a éste en un final de su vida igual al que tuvo Osama Bin Laden… Según la versión estenográfica de esa dependencia, la funcionaria estadounidense habría dicho, en respuesta a la pregunta de una reportera, que a su país le llevó 10 años encontrar al líder de Al Qaeda, pero lo lograron y que ella cree que “lo mismo le va a pasar a Guzmán”… Y agregó, de acuerdo a la traducción de Segob: “lo único que estoy sugiriendo es que somos persistentes cuando estamos cerca del mal y que daña a ambos países, al suyo y al nuestro”… Ante la supuesta amenaza de la señora Napolitano al líder del cártel de Sinaloa, el capo más buscado en el mundo, hubo una inmediata precisión sobre lo que ella declaró… Y fue esto: “Déjenme decir que tomó 10 años encontrar a Osama Bin Laden y ustedes saben lo que pasó. No estoy sugiriendo que lo mismo vaya a pasar con Guzmán; estoy sugiriendo que nosotros somos persistentes cuando se trata de personas que hacen el mal y que dañan a nuestros dos países. Entonces ese asunto continúa”… Seguramente que entre la deficiente traducción y lo que realmente declaró la señora Napolitano, por la mente de más de un funcionario mexicano del área de seguridad, debió imaginar lo que la versión inicial provocó al sinaloense y la reacción que éste pudo tener… La funcionaria estadounidense inició una visita al país para reunirse con integrantes del gabinete calderonista: estuvo con los secretarios de Hacienda y de Gobernación… Con el titular de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña, suscribió una Declaración de Principios que incluye un plan estratégico bilateral para fortalecer la cooperación aduanera… A través del intercambio de información entre el Servicio de Administración Tributaria, el SAT, con las autoridades de la Unión Americana se combatirá no sólo el contrabando, sino también el fraude comercial y el terrorismo…
Joaquín “El Chapo” Guzmán
Antes de que la Secretaria de Gobernación emitiera la precisión a lo dicho por la secretaria de Seguridad Interior de EU, el titular de esa dependencia, Alejandro Poiré le declaró a Joaquín López-Dóriga en su noticiario de Radio Fórmula que lo que se requiere para detener a “El Chapo” Guzmán, es “persistencia”… Y agregó que ello, México cuenta con el apoyo del vecino país del norte a través de intercambio de información, aunque lamentó que los delincuentes “se escondan”: ellos y sus actividades… Además, el secretario de Gobernación aseguró que no sólo se busca a quien lidera el cártel de Sinaloa sino a otros 15 capos más que no han podido ser aprehendidos… Esa declaración que hizo ayer el presidente Calderón para reconocer el avance del operativo “Veracruz Seguro”, no sólo extrañó a quienes en ese estado siguen siendo víctimas de extorsiones y secuestros, sino que motivó preocupación… Y es que cada vez que el Ejecutivo se ufana del “éxito” de operativos similares, como lo ha hecho en Nuevo León, Michoacán o Tamaulipas, la reacción de los cárteles de la droga es inmediata, cometiendo más atrocidades, sobre todo, ejecuciones masivas… En la visita que Calderón hizo ayer a Xicotepec, un municipio colindante con Poza Rica, aseguró que ese operativo “ha logrado reducir la criminalidad en ese estado y permitido que las fiestas de carnaval que acaban de concluir, se desarrollaran sin incidentes prácticamente”… Los veracruzanos del norte, del centro y del sur de ese estado, cruzan los dedos y esperan que no haya masacres o que sigan apareciendo cabezas en pleno bulevar en la peligrosa zona conurbada entre el puerto jarocho y Boca del Río, como ocurrió el año pasado… O el gobernador aliancista de Guerrero, Angel Heladio Aguirre, ignora lo que pasa en su estado y con quienes fueron sus colaboradores, o finge amnesia: ayer salió con que no está enterado de que un juez de ese estado giró orden de aprehensión contra su ex procurador de Justicia, Alberto López Rosas y otros ex funcionarios… Evidentemente, el mandatario guerrerense evade abordar el tema, a sabiendas de que podrían llegar a fincársele responsabilidades por el asesinato de los dos normalistas de Ayotzinapa en diciembre pasado… Las cenizas del contador Gustavo Patiño Guerrero, quien fuera subsecretario de Comunicaciones y Transportes, en los sexenios salinista y delamadridista, quien falleció el viernes pasado, fueron depositadas anoche en la iglesia de la Santa Cruz, en el Pedregal. A su viuda, Georgina Durán y a sus hijos, les expresamos nuestras condolencias…
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