EXPULSAN A SACERDOTE PEDERASTA

 

 

 

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El Sol de Córdoba

25 de octubre de 2011



JUAN Carlos Pacheco Pérez, sacerdote pederasta.

Cuitláhuac, Ver.- Se le retiró de manera definitiva el ministerio sacerdotal a Juan Carlos Pacheco, quien es acusado de pederastia en agravio de una menor originaria de Cuitláhuac, mientras éste se desempeñaba como vicario de la iglesia San Juan Bautista.

A Pacheco Pérez le habían retirado temporalmente el ministerio sacerdotal, desde el pasado 7 de septiembre, sin embargo, fue suspendido definitivamente de su labor como cura, tras haberse comprobado que incurrió en el delito de pederastia en agravio de una menor de edad.

De este hecho, la diócesis de Córdoba a cargo del obispo Eduardo Porfirio Patiño Leal informó en septiembre pasado a la Dirección General de Asuntos Religiosos, de la Secretaría de Gobernación, como lo marca la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público. El día 7 de ese mismo mes procedió a retirar temporalmente el ministerio a Juan Carlos Pacheco, quien él mismo lo pidió "mientras se aclaraba la situación".

El pasado 4 de octubre la misma diócesis de Córdoba interpuso una demanda ante la Procuraduría General de la República (PGR), sin que hasta el momento se conozca si la familia de la menor afectada de Cuitláhuac ha interpuesto una denuncia por su cuenta ante las autoridades civiles.

Pacheco Pérez llegó a la iglesia San Juan Bautista, de Cuitláhuac, el 13 de diciembre de 2010, procedente de la parroquia Espíritu Santo, de la colonia San Román (Córdoba).

El sacerdote ya contaba con una denuncia pública similar ocurrida en 2009, tras haber sido acusado de seducir a una menor de 13 años, pero aquella no prosperó ya que no se procedió a una denuncia formal por parte de la familia de la víctima.

Sin embargo, en este nuevo caso los familiares de la menor acudieron ante las instancias religiosas para presentar la denuncia. Acusaron que el vicario "influenció y acosó" a la adolescente que asistía a la iglesia San Juan Bautista.

Cabe recordar que el padre Juan Pablo Hernández Mojica (quien fuera sacerdote en la diócesis cordobesa), ya había mencionado públicamente sobre el comportamiento de Pacheco Pérez, ésto a través de una carta en enero de 2009 "El árbol se conoce por sus frutos", donde denunció los hechos.

Sin embargo, esa carta fue rechazada por la Iglesia y el padre Pacheco, quien dijo que se trataba de un anónimo que carecía de veracidad y por lo tanto de credibilidad.